Y2K: el día que el mundo temió un colapso tecnológico

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Christian Ali Bravo

La llegada del año 2000 será recordada por el temor a que las computadoras colapsen y se produzcan fallas en infraestructuras críticas. A 25 años de un suceso que pudo cambiarlo todo, analizamos el porqué del pánico global y qué pasó finalmente con el cambio de milenio a nivel informático. Además, ¿es posible vivir algo así en 2038?

El 31 de diciembre de 1999, la expectativa de casi todo el mundo no estaba puesta en el cambio de milenio en sí, sino en la catástrofe que se podía desatar a nivel informático cuando los calendarios debiesen marcar el 01/01/2000. El llamado Y2K generó una histeria global que se caracterizó por augurios del tono apocalíptico, con fallas en sistemas críticos, apagones y el colapso de diversas herramientas tecnológicas hogareñas.

A 25 años de un cambio de milenio que prometía ser calamitoso, analizamos puntualmente en qué se basaba el temor al Y2K, qué medidas se tomaron al respecto, y finalmente qué de todo lo que se vaticinaba pasó realmente…

¿Qué fue el Y2K?

La siglaY2Kfue la elegida para denominar los posibles errores o problemas informáticos que se podrían suscitar cuando los sistemas informáticos pasaran del año 1999 al 2000. ¿Y por qué era esperable algún tipo de falla en el sistema?

Básicamente porque en los inicios de la computación electrónica, años en los que la memoria era muy cara, los programadores abreviaban la designación de los años para ahorrar espacio. Es decir, los dispositivos reconocían el “97” como “1997”.

Entonces el gran interrogante que se planteaba con el cambio de milenio es cómo interpretarían los programas el “00” con la llegada del año 2000. Es decir, ¿lo traduciría como 1900 ó 2000?

¿Cuál era el temor al Y2K?

Esa incertidumbre “informática” se transformó en un temor desmedido a un escenario de tintes apocalípticos: daños en infraestructuras críticas, fallos a nivel bancario y financiero, apagones y el colapso de dispositivos tecnológicos hogareños (como relojes digitales y PC).

En medio de un clima de incertidumbre y desconcierto, algunos ciudadanos estadounidenses decidieron abastecerse de alimentos, agua y armas, previendo una catástrofe informática (en HBO Max hay disponible un documental estrenado recientemente que explora las tensiones vividas respecto a la llegada del año 2000 y el colapso tecnológico).

Hasta la Organización de las Naciones Unidas tomó cartas en el asunto, organizando en diciembre de 1998 una conferencia internacional para tratar el problema y procurar una cooperación internacional.

En esa misma línea, varios gobiernos tomaron medidas al respecto para que el colapso no fuera tal. De hecho, a mediados de 1998, grandes empresas de los Estados Unidos, con el presidente Clinton a la cabeza, impulsaron sus propias pruebas, abarcando una amplia coordinación a nivel nacional y local, para así examinar sus sistemas.

Tal es así que The Washington Post habló de una inversión superior a los 100 millones de dólares, por parte de empresas y organismos gubernamentales estadounidenses.

¿Una tregua con los hackers maliciosos?

Hacia finales de 1999, la atención y los esfuerzos de muchas personas estaban puestos realmente en lo que pudiera suceder con el Y2K. Una muestra es lo que hizo John Koskinen, presidente del Consejo Presidencial para la Conversión al Año 2000 y principal asesor de Bill Clinton en este tema.

Puntualmente, Koskinen pidió una tregua a los piratas informáticos, al menos hasta que los temores tecnológicos referentes a la llegada del año 2000 hayan pasado.

Según compartió Wired, el funcionario solicitó clemencia a los ciberatacantes: “Esperamos que reconozcan que vamos a tener suficientes cosas sucediendo ese fin de semana como para que no sea un fin de semana particularmente bueno para demostrar la necesidad de una mayor seguridad de la información”.

¿Qué pasó finalmente con el Y2K?

Gracias al trabajo y la previsión de programadores y otros profesionales de la materia, el YK2 quedó solamente en la anécdota. En algunos casos la solución fue simplemente sustituir el hardware o el software obsoletos, o bien analizar el código del programa, y sustituirlo o reescribirlo según fuera necesario.

Y si bien muchas personas rememoran el Y2K entre risas, dado que nada de lo vaticinado sucedió, también es cierto que algunos casos aislados permiten conocer qué hubiera pasado con el mundo si no se hubiera trabajado de antemano, con responsabilidad y dedicación.

De hecho, una planta nuclear ubicada en Tennessee evidenció algunos fallos en su funcionamiento, como el que afectó a una computadora encargada de rastrear el material nuclear en cuanto a su peso y tipo. Lo cierto es que pudieron corregir todo a la brevedad, sin que ello escale a mayores.

¿Un nuevo Y2K en 2038?

Aunque parezca surrealista, en unos años podremos encontrarnos en un escenario similar, con algunos matices diferentes, claro está. Es que el 19 de enero de 2038, puntualmente a las 05:14:07 de la madrugada, podrían fallar aquellas computadoras, dispositivos y servidores que utilicen sistemas de 32 bits.

¿A qué se debe este posible fallo? A que los sistemas y programas que usen un contador de tiempo basado en el formato de 32 bits, se quedarán el ya mencionado 19 de enero de 2038. Y luego de eso, los sistemas podrían interpretar el tiempo como si fuera 1901. Esto, lógicamente, podría causar fallos en aplicaciones, bases de datos, o todos los dispositivos que dependan de este reloj.

Sí es importante remarcar que los sistemas más modernos se valen de formatos más grandes (64 bits) o ya han sido parcheados para evitar este problema. En resumen, los sistemas más antiguos sí podrían requerir algún tipo de actualización para seguir funcionando correctamente en 2038, y que el pánico de volver al 1900 no sea un problema…