Analizamos en profundidad sus características, cómo se propaga y cuáles pueden ser las consecuencias de ser infectado con este tipo de código malicioso.
¿Qué es un malware?
El concepto malware surge de la abreviación de malicious software (software malicioso, en castellano). Concretamente, es un tipo de programa o código diseñado para infiltrarse y así dañar dispositivos, redes y sistemas informáticos, sin el consentimiento del usuario.
Los atacantes suelen valerse del malware para extraer datos que luego les sirvan para cometer otros delitos y obtener un rédito económico. Hablamos de datos financieros, historial de salud, correos electrónicos, contraseñas y cualquier otro tipo de información sensible.
¿Qué tipos de malware existe?
El término malware es muy amplio e incluye diferentes tipos: virus, gusanos, troyanos, ransomware, botnets, scareware, spyware, adware y rootkits, por mencionar algunos.
Si bien cada uno de estos tiene métodos y propósitos particulares, en líneas generales un malware puede mostrar anuncios no deseados, robar de datos o realizar daños irreparables en la infraestructura.
¿Cómo funciona un malware?
Así como existen diversos tipos de malware, el funcionamiento en sí depende específicamente de cada uno. Es decir, en el caso de un virus, éste se adhiere a un archivo o programa legítimo para activarse y propagarse por el sistema cuando el usuario lo ejecuta.
Un troyano, en cambio, busca pasar como si fuera un software legítimo para engañar a los usuarios y que lo instalen. Por el lado del ransomware, su objetivo es cifra los archivos de la víctima para que luego el atacante exija un rescate para desbloquearlos.
Lectura recomendada:
La evolución del malware en los últimos 20 años
¿Cómo se propaga el malware?
Existen diversas formas por las que se puede propagar el malware. A continuación repasaremos las más comunes.
-Vulnerabilidades: un defecto de seguridad en el software puede permitirle al malware obtener acceso no autorizado al equipo, el hardware o la red.
-Correo electrónico: si una cuenta es comprometida, el malware puede forzar al equipo a que envíe correos con archivos adjuntos infectados o bien con enlaces a sitios web maliciosos.
-Soportes físicos: los actores maliciosos pueden, por ejemplo, cargar malware en unidades flash USB y esperar a que las víctimas desprevenidas las conecten a sus equipos.
-Alertas emergentes: son características las alertas de seguridad falsas que incitan a la víctima a descargar software de seguridad falso que puede contener malware.
-Descargas: una descarga accidental de software con o sin el conocimiento del usuario final puede derivar en una infección con malware.
Lectura recomendada:
7 formas en las que tus dispositivos se pueden infectar con malware
Cómo saber si tengo un virus en el celular
Cómo verificar si tu PC ha sido infectada, y qué hacer después
¿Cómo protegerse del malware?
Existen diversas acciones que se pueden complementar para que puedas mantener a tus equipos libres de malware.
El primer paso es mantener el software actualizado, incluido el sistema operativo y todas las aplicaciones. No solo para agregar características y mejoras y corregir errores, sino también para parchear vulnerabilidades que los ciberdelincuentes y su código malicioso podrían aprovechar.
A su vez, las copias de seguridad periódicas y almacenadas en un disco duro sin conexión son otra forma de contrarrestar el malware, permitiendo al usuario reemplazar fácilmente cualquier información que pueda haber sido dañada o cifrada por los atacantes.
Por último, es muy importante valerse de una solución de seguridad de confianza y actualizada para detener posibles intentos de ataques. En ese sentido, ESET Home Security Premium bloquea cualquier tipo de ataque de código malicioso, y además es una poderosa protección multicapa para cifrar datos confidenciales, administrar contraseñas, realizar transacciones online y más.
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