La serie de dibujos animados más taquillera de la historia nos deja consejos de seguridad que nunca hubieras imaginado.
Si bien su primer encuentro con la audiencia fue en formato corto en el programa The Tracey Ullman Show, el primer episodio de Los Simpsons en el formato actual se estrenó el 17 de diciembre de 1989 con un especial de navidad.
Sí, ya pasaron más de 30 años, muchísimos capítulos y una gran cantidad de escenas inolvidables que los fanáticos revivimos constantemente en nuestra vida diaria. Además, en ESET hay muchos fanáticos de Los Simpsons y por eso decidimos armar un compilado con lecciones de ciberseguridad que nos enseñaron Los Simpsons.
Siempre hay un backdoor o puerta trasera que no debemos olvidar
Todos recordamos el capítulo La última salida a Springfield por la célebre frase “Plan dental, Lisa necesita frenos”. En aquel episodio Homero se convierte en el líder sindical de la planta nuclear, luego de oponerse a una reducción del plan dental. Esto desata una lucha de poderes sin precedentes en cuyas instancias finales el Sr. Burns decide dejar sin energía eléctrica a todo Springfield.
Para llegar hasta la sala de control de la central nuclear el Sr. Burns, junto con Smithers, atraviesa un total de 5 controles de seguridad que incluyen reconocimiento facial, varias cámaras de seguridad y hasta una sala con una biblioteca de la que solo se puede salir moviendo el libro correcto. Luego de atravesar todas esas instancias de seguridad, ingresa a una sala de máquinas que da al exterior del edificio con una puerta completamente demacrada y que justo en ese momento está atravesando un perro.
Esta escena nos enseña una valiosa lección de ciberseguridad que se puede trasponer también a otros ámbitos: podemos tener implementadas varias capas de seguridad pero si no logramos cubrir todos los aspectos necesarios, posiblemente aparezca una puerta trasera (no por nada han sido bautizados “backdoor”) a través de la cual posiblemente nuestra información se filtre. Por supuesto la otra lección que aprendimos es que Homero Simpson no era el brillante político que el Sr. Burns creía…
Nunca subestimes la importancia de tu información
Si eres fan de Los Simpsons sin dudas recordarás al Oso Bobo, un oso de peluche al que el Sr. Burns quería mucho cuando era pequeño pero que luego abandonó, en una clara alusión a “Rosebud” y su rol en la afamada película “El ciudadano Kane”. Así es como Bart encuentra el peluche en una bolsa de hielo (que se llevó la vida de 4 hombres en la expedición para conseguirla) y se lo regala a su hermana Maggie quien se volvió muy apegada al oso.
Tras la negativa de Homero de entregarle a Bobo al Sr. Burns comenzó a utilizar diferentes métodos para obtener su preciado juguete: se infiltró por la noche en la casa de Homero, dejó a la ciudad sin alcohol (causando el colapso de Barney) y hasta compró todos los canales de televisión de la ciudad para poner al pueblo en su contra… aunque para Homero eso no fuera un gran problema (“oh! Cuidado Smithers!”).
Desafortunadamente para los usuarios, los cibercriminales no necesitan escabullirse en el medio de la noche, tan solo deben lograr infectar un equipo, ya sea para intentar robar información (quizás nuestros propios Bobos) o en algunos casos más perturbadores, para espiar a través de la cámara web lo que hacen en la intimidad (por favor, ¡no intenten comerse 64 rebanadas de queso en una noche!). Los ciberdelincuentes, al igual que el Sr. Burns, intentan constantemente acceder a información personal que quizás mucha gente no considera tan importante, pero que luego ellos pueden vender para realizar estafas o ataques dirigidos. Y, hablando de estafas…
Presta mucha atención cuando recibas correos o mensajes con ofertas demasiado tentadoras
Creo que sobre este tópico abundan los casos en los que distintos personajes de la serie son estafados: los frijoles mágicos, el monorriel que Ricky Mandino les vende con una canción pegadiza y muchos más. Creo que tantos capítulos y escenas inolvidables dejan un mensaje claro: cuando la oferta es demasiado tentadora (sobre todo en Internet) desconfía. Sobran ejemplos de este tipo de mensajes engañosos, ya sean publicidades del tipo “Eres el visitante número un millón” o correos con herencias de parientes de la realeza nigeriana, que lo único que buscan es estafar a la gente o instalar algún tipo de malware o aplicación no deseada en sus equipos.
Siempre presta atención a los certificados y los dominios para evitar caer en engaños por suplantaciones de identidad
Para hablar de este tema elegimos dos ejemplos del amplio catálogo de escenas de Los Simpsons, el clásico y muy recordado “Inspector de billeteras” (no, ese no era el inspector de billeteras…) y la quizás no tan recordada “Rifa de la Policía”.
Al comienzo del capítulo La escéptica Lisa, Homero va con toda la familia a recoger una lancha que se ganó en una “rifa de la policía” en la cual no había participado, y que por supuesto resulta ser un engaño para capturar a delincuentes o morosos. Si bien nadie (o casi nadie) le entregaría su billetera a alguien que se la pide en la calle, los casos de phishing son cada vez más frecuentes y difíciles de reconocer. Muchos correos se hacen pasar por bancos u organismos estatales para robar información personal y financiera de la gente, por eso siempre es recomendable prestar atención a los dominios de los correos, verificar los enlaces y siempre mirar si los sitios web tienen un certificado válido.
Como verás, además de predicciones sobre el futuro, escenas inolvidables y referencias chistosas, en Los Simpsons también podemos encontrar algunos consejos de ciberseguridad para ayudarnos a disfrutar de una tecnología más segura.
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