Identificar un enlace malicioso es un paso más que importante para evitar ser víctima de engaños o estafas. En este posteo analizaremos cómo detectarlos, de qué manera pueden llegarnos y cuáles son los riesgos de hacer clic en ellos.
Saber si estamos ante un link malicioso o uno confiable es el primer paso para no ser víctima de algún intento de estafa: esto hace que entrenar el ojo para saber detectarlos sea una práctica muy importante. Es por eso que en este artículo analizaremos la importancia de saber si un link es malicioso, de qué manera es posible identificarlos y cuáles pueden ser las consecuencia de no tomar los recaudos necesarios y hacer clic en ellos.
¿Por qué es importante saber si un link es malicioso?
Un enlace malicioso es aquel que nos redirige a una página web no deseada, la cual (en la mayoría de los casos) busca interpelar al visitante para que entregue información personal y/o sensible, o bien para que descargue algún tipo de archivo malicioso en su dispositivo. En pocas palabras, se trata de un link que parece dirigir a una web legítima, pero que en realidad busca llevarnos a una web falsa.
Saber identificar que en realidad estamos accediendo a un link malicioso es clave para no ser víctimas de estafas, para no compartir información sensible como credenciales de inicio de sesión, como también para no infectarnos con cualquier tipo de malware.
¿Cómo saber si un link es malicioso?
Existen diversos indicios que pueden dar cuenta de que un sitio es malicioso: lo importante es tenerlos en mente para hacer un análisis correcto y exhaustivo antes de hacer clic.
-El primer paso es verificar que a la dirección URL no les sobren o falten caracteres: los ciberatacantes suelen crear páginas que simulan ser la verdadera, solo cambiando algún carácter puntual del enlace o agregando guiones o números.
-También es recomendable pasar el cursor por encima del link para conocer el enlace real de esa página: muchas veces un link malicioso se esconde detrás de una palabra o frase.
-Otro dato a tener en cuenta es si la web cuenta con el protocolo "https": si bien es muy posible que una página fraudulenta también lo tenga, el hecho de que carezca de esto debe ser un signo de alarma que nos llame la atención.
-Ante la sensación de que hay algo extraño en el enlace es mejor aprovechar las distintas herramientas en línea que se pueden utilizar para verificar si o no es malicioso. Google es un ejemplo, ya que mediante Estado del sitio de Navegación segura permite pegar la URL de un sitio web para identificar si es segura. ¿Y desde el móvil? Basta con mantener pulsado el enlace para conocerlo.
-Los enlaces acortados también pueden ocultar páginas fraudulentas: es caso de duda, existen diversas páginas que ofician de analizadores de URL.
-Siempre es importante hacer un análisis de cómo hemos recibido ese link malicioso: ¿fue navegando por internet, lo recibimos por correo electrónico, o nos llegó a través de WhatsApp o alguna otra red social? Como veremos más adelante, esto también puede darnos un indicio de que se trata de un enlace que en realidad busca infectarnos o robarnos información.
¿De qué manera puedo recibir un enlace malicioso?
Una de las principales vías por la cual podemos recibir un enlace malicioso es a través de correos electrónicos y mensajes de phishing. Vale recordar que mediante un ataque de phishing, y valiéndose de la ingeniería social, el ciberatacante tiene como objetivo lograr que la víctima comparta información sensible y confidencial, mientras se hace pasar por una persona o una empresa legítima.
Pero cuidado que eso no es todo, ya que este tipo de links también suelen ser enviados a través de mensajes de redes sociales, por WhatsApp, en anuncios de redes sociales, en publicidades que aparecen en ventanas emergentes, por SMS, en mensajes spam de correo y hasta en páginas de descargas gratuitas, como en la sección de comentarios de cualquier sitio web.
¿Cuáles son los riesgos de hacer clic en un enlace malicioso?
La respuesta inmediata es: muchos. Sucede que tras los enlaces maliciosos puede haber prácticas malintencionadas como también cualquier tipo de malware. Sí, basta un clic para ser víctima de una estafa en línea. Un claro ejemplo de esto es que un enlace malicioso puede llevarnos, por ejemplo, a una página de inicio de sesión falsa que solo busca robarnos nuestras credenciales de acceso, de algún servicio, plataforma o del mismísimo homebanking.
Por otro lado, el hacer clic en un enlace malicioso también puede derivar en la descarga de malware en el dispositivo. ¿Las consecuencias? Diversas: desde lentitud y sobrecalentamiento del equipo, hasta acciones extrañas y gastos no autorizados en tus tarjetas.
¿Cómo puede ayudarme una solución de seguridad?
Contar con una solución de seguridad es clave para evitar ser víctima de enlaces maliciosos, ya que agrega una capa más de protección a los recaudos y buenas prácticas que ya implementamos.
En el caso de ESET, por ejemplo, tiene integrado el módulo anti-phishing, el cual directamente bloquea las páginas web conocidas por distribuir este tipo de contenido. Es decir que protege a los usuarios de aquellos intentos de adquirir contraseñas, datos bancarios y otra información confidencial de sitios web falsos que se hacen pasar por legítimos.
Si se está por acceder a una URL, la solución de seguridad la compara con una base de datos de sitios de phishing y, si se encuentra una coincidencia, finalizará inmediatamente su acceso y aparecerá una alerta advirtiéndole del peligro.
Además, cuenta con otro modulo que bloquea aquellos sitios que hayan sido comprometidos y que puedan estar propagando malware. De esta manera, la herramienta de seguridad comparará el sitio web con una lista de sitios maliciosos conocidos y bloqueará el acceso si encuentra una coincidencia.