¿Qué es el robo de identidad?

Los ladrones de identidad suelen recopilar información personal, como contraseñas, números de identificación personal, números de tarjetas de crédito o números de obras sociales, y la usan indebidamente para llevar a cabo actividades fraudulentas en nombre de la víctima. Estos detalles confidenciales se pueden utilizar con diversos fines ilegales, como solicitar préstamos, realizar compras online o acceder a los datos médicos y financieros de la víctima.

¿Cómo funciona?

El robo de identidad está estrechamente relacionado con el phishing y otras técnicas de ingeniería social que a menudo se utilizan para extraer información confidencial de la víctima. Los perfiles públicos en las redes sociales u otros servicios populares online también pueden usarse como fuente de datos, y son de mucha ayuda para los delincuentes a la hora de suplantar a sus víctimas.

Cuando los ladrones de identidad han recopilado toda esta información, pueden usarla para comprar productos, gestionar las cuentas online de las víctimas o iniciar acciones legales en su nombre. En el corto plazo, las personas afectadas pueden sufrir pérdidas financieras por retiros de dinero no autorizados y compras hechas en su nombre.

En el mediano plazo, las víctimas podrían ser consideradas responsables de las acciones de los perpetradores y ser investigadas por las agencias de aplicación de la ley. También pueden enfrentar consecuencias tales como cargos legales, cambios en su estado de crédito y daño a su buen nombre.

Según el Estudio de Fraude de Identidad de 2017,en el año 2016, el robo de identidad provocó $16 mil millones en daños a 15,4 millones de consumidores en los Estados Unidos solamente. En el mismo año, Cifas, la organización de prevención de fraude del Reino Unido documentó casi 173.000 casos de fraude de identidad en dicho país, el nivel más alto desde que comenzó a llevar un registro hace 13 años.

 

En el mediano plazo, las víctimas podrían ser consideradas responsables de las acciones de los perpetradores y ser investigadas por las agencias de aplicación de la ley. También pueden enfrentar consecuencias tales como cargos legales, cambios en su estado de crédito y daño a su buen nombre.

Según el Estudio de Fraude de Identidad de 2017, en el año 2016, el robo de identidad provocó $16 mil millones en daños a 15,4 millones de consumidores en los Estados Unidos solamente. En el mismo año, Cifas, la organización de prevención de fraude del Reino Unido documentó casi 173.000 casos de fraude de identidad en dicho país, el nivel más alto desde que comenzó a llevar un registro hace 13 años.

Cómo protegerse del robo de identidad

  • Proteja su conexión: Si va a utilizar su información personal online, asegúrese de hacerlo solo cuando su conexión sea segura, preferiblemente a través de la red doméstica, corporativa o de datos móviles. Se ser posible, evite usar redes Wi-Fi públicas sin una protección con contraseña. Si no tiene otra opción, use una red privada virtual (VPN) que cifre todas sus comunicaciones y lo proteja de los delincuentes que intenten espiar sus actividades.
  • Mantenga sus dispositivos seguros: Proteja la computadora portátil, el smartphone y la tableta del software malicioso y de los atacantes con una solución de seguridad confiable, actualizada y en varias capas.